Nuestra Traspyr. Segunda parte.



Afrontamos una nueva jornada, con las energías renovadas salimos de La Seu de Urgel. No estoy dando muchos datos por no aburrir pero el día nos deparará  más de 2500 metros de desnivel y 100 km. Vamos más de 8 horas montado en la bici. Para empezar tenemos una espectacular subida de unos 1000 metros de desnivel para llegar a Taus, desde aquí una zona muy mantenida hasta alcanzar el descenso a Gerri de la Sal. El día espectacular y la motivación va oscilando entre las posibilidades de llegar hasta el final y la realidad que va tomando forma poco a poco de que tendremos que acortar alguna etapa.


La ansiada llegada a Aragón la tendremos en la siguiente etapa. Hoy con 80 km y algo más de 6 horas y media vamos hasta Castejón de Sos.
También en esta ocasión tendremos una subida muy larga. Desde  el Pont de Suert unas rampas infernales para después de la comida, pero todo el macizo del Turbón es espectacular e incluso tenemos vistas del Posets que tantos recuerdos nos trae.
La cabeza mientras tanto" va maquinando" y al final decidimos desviarnos a Castejon donde siempre nos han tratado bien para descansar y prepararnos  la llegada a Laspuña.

Martes 5 de Junio
Llega el día "del chuletón", hoy la ruta será un poco más corta, lo que quiere decir unos 60 km con 4h y cuarto de actividad. Salimos por un Congosto de Ventamillo en obras hasta llegar al desvío de Senz y Viu. A partir de aquí la subida se mantendrá muy constante con tramos realmente duros, aunque el entorno parece que suaviza y anima a continuar. Llegaremos así hasta Cullivert, y desde aquí un bonito descenso rodeando Peña Solano hasta llegar a Laspuña. Al llegar nos tomamos un gazpacho y jabalí guisado. Después la primera siesta en muchos días y tras estirar y lavarnos vamos a comprar ese prometido chuletón que degustaremos en casa de Alberto con un Laus 700.
Miercoles 6, llegamos a Laspuña

Nuestro último día por este año comienza. Tenemos claro que no llegamos al Cantábrico antes del Sábado y por diversos compromisos como paternidades y trabajos, los días no dan para más. Alberto nos plantea una bonita ruta para llegar a Ainsa que por un desafortunado comentario fruto del cansancio y las tensiones acumuladas se convertirá en el protagonista de la jornada, haciendo del día una suma de tensiones y malas caras que en ocasiones eclipsaron otra bonita etapa de 100 km y 8 horas de actividad.

Última etapa..llegada a sabiñánigo


Los conflictos en este tipo de actividades en que pasas a convivir una semana 24 horas al día y con un objetivo exigente por cumplir es algo habitual. Casi cada vez que nos juntamos surgen roces y piques con los que cada uno juega a veces su rol y no hace sino más interesante la convivencia. En este caso quizás por ser yo uno de los implicados lo viví como algo muy negativo que restaba interés al resto de actividad. No hay nada como el tiempo para poner las cosas en su sitio y ver que la amistad es un valor que sobrevuela por encima de todo. Y la mejor prueba es que en tres días nos vamos de nuevo a continuar la aventura....Ya os la contaré.

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