De Lisboa a Santiago por el Camino en bicicleta.

El equipo al completo..
Nuestro viaje comienza en coche el viernes 30 de mayo cuando salimos  Raul, Alberto, Luis Angel y el escribiente dirección a Madrid. Allí aparcamos  cerca de Chamartin donde tomamos el tren nocturno que a primeras horas nos dejará en Lisboa. Montamos las bicis y recorremos algunos de sus rincones con más encanto.La noche nos deparará los primeros conflictos de intereses para ir tomando contacto con nuestro particular camino individual.
Al día siguiente inauguramos Junio con nuestra primera etapa de 130 km para llegar al atardecer a Golegâ y pedir alojamiento en el parque de bomberos. Día largo pero llano en su mayoría que nos animará a avanzar y soñar con nuevas rutas. El burgués del grupo busca en el hotel de lujo pero se decide en el último momento por el colchon roído.
Madrugamos y afrontamos la que será a la postre la etapa reina, las primeras sensaciones son buenas, y venimos en general bien entrenados. Hoy la ruta es un constante sube y baja que nos llevará hasta Coimbra, sumando así 140 km y 2000 metros de desnivel. Un Portugal autentico se nos va mostrando sin apenas tiempo de saborearlo. La prueba física la superamos todos, pero la psicológica deja claras las diferencias de objetivos, y aparece la primera propuesta de abandono. Visita nocturna a la ciudad, apenas una copa y a dormir que de nuevo es tarde...
Es martes y el día amanece gris, la ruta va bien, hemos ganado un día completo, pero el estado de ánimo se resiente. Desayunamos bien, y nos lanzamos a una nueva etapa que esta vez nos llevará hasta Oliveira de Azemeis, son 90 km y 1100 metros, y la penitencia por tantos roces nos llevará a dormir en un hostal regentado por una de esas brujas de los cuentos...
La siguiente será nuestra última etapa completa en tierras portuguesas y nos dirigirá en primer lugar a atravesar el Duero para adentrarnos en el espectacular casco antiguo de Oporto. Ya habíamos decidido continuar, así que la parada será breve mientras aprovechamos para comer algo.Callejuelas enrevesadas nos muestran pinceladas de una ciudad a la que seguro volveremos. Además desde aquí surge la variante de la costa recientemente marcada y que queda pendiente para futuras incursiones en tierras lusitanas.
Por la tarde y tras 110 km y sus 1200mt de desnivel llegamos poco antes del cierre al albergue Recoleta en la localidad de Tamel. Tras la cena una botella de Oporto nos servirá para entre brindis despedirnos de este país.
De nuevo madrugamos y sin desayunar avanzamos hasta Ponte do Lima pueblo de referencia para los peregrinos y desde el que tras reponer fuerzas afrontamos las que sin lugar a duda son las rampas más duras de todo el camino, y que nos obligarán en sus tramos más difíciles a portear nuestra bici. la llegada a la frontera que conforma el Miño entre las localidades de Valença do Minho (Portugal) y Tui(España), fue a mi modo de ver uno de los lugares más interesantes, aunque nosotros con la prisa habitual apenas pudimos disfrutar. De nuevo en este punto las diferencias de planteamientos nos separaron incluso físicamente, y fué la lluvia la que enfrió poco a poco las tensiones. Llegamos a Redondela con 96 km y algo más de 1600mt de desnivel en nuestras piernas.
La previsión meterológica se cumple y el día siguiente tras una breve ventana una vez llegamos a Pontevedra y mientras almorzamos el diluvio cae. Las distancias entre nosotros que hemos ido cultivando afloran a la hora de tomar decisiones, así que finalmente nos dividimos para esta etapa final.
En mi caso decido aprovechar para conocer la ciudad y dormir en el albergue de peregrinos.La meteo va mejorando y la previsión para el último día por la mañana es buena. Callejeo y pongo en orden mis ideas mientras descubro Pontevedra.
Me levanto antes del amanecer con los peregrinos más madrugadores y con las primeras luces me adentro enseguida en un camino aún vacío donde disfruto de uno de esos momentos inolvidables pedaleando solo entre bosques. A mitad de camino y tras el sagrado almuerzo coincido en una pequeña iglesia con Raul, y de esta manera terminaremos juntos los últimos kilómetros y llegaremos al medio día a Santiago.
Comida de homenaje, descanso y visita a la Catedral. La suerte hizo de nuevo su aparición y nos permitió casualmente estar en el momento de la vigilia con los peregrinos, lo que nos permitió conocer algunos de los secretos que guarda este enigmático lugar.
Al final un camino especial en el que cada uno encontró algo que buscaba. Momentos especiales hubo muchos, y cada uno se quedará con su propio viaje, que al final no es más que una búsqueda de quienes verdaderamente somos.
Al volver de este viaje le escribí a mi hija...Cuéntame papá

Aquí tenéis el vídeo con las imágenes.



Comentarios

  1. Que pena del burgués que no sacará la tarjeta y se invitará a una noche de 5 estrellas. JAJAJA. Estupendo resumen el año que viene más y mejor¡¡

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  2. Se me pone la piel de gallina al recordar el viaje y tu magnifica manera de explicarlo.
    Nos vemos en la siguiente.
    Buen Camino.

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